Hallazgo de cocaína en un buque en San Lorenzo, donde reinan los pactos de impunidad y blindaje político
El miércoles 30 de abril de 2025 se descubrió un cargamento masivo de cocaína en el Puerto Vicentín de San Lorenzo (Santa Fe). El buque involucrado, el MV Ceci (bandera Islas Marshall), se encontraba amarrado cargando pellets de girasol cuando personal de Prefectura Naval y la Aduana inspeccionaron su carga. En dicha revisión, el capitán del barco halló paquetes sospechosos en una cámara frigorífica destinada a la comida de la tripulación, lo que alertó al perro detector “Cuero” de la ARCA, confirmando la presencia de droga.
Las autoridades incautaron un total de unos 469,5 kilos de cocaína de máxima pureza, distribuidos en 26 bultos ocultos dentro de la heladera del buque. El cargamento, valuado en unos 6 millones de dólares en el mercado local (alrededor de 20 millones en Europa), formaba parte de un envío con origen en Dubái, escala en Montevideo y destino final Ámsterdam. En suma, el operativo –coordinado por la UIF (Paul Starc) y la fiscalía de San Lorenzo (Claudio Kishimoto) con Prefectura y Aduana– dejó detenida preventivamente a la tripulación filipina a bordo del MV Ceci.
- Fecha y lugar: 30/4/2025, buque MV Ceci en Puerto Vicentín (San Lorenzo).
- Cantidad y ocultamiento: 26 bultos con ~469,5 kg de cocaína pura, escondidos en la heladera de la cocina del barco.
- Destinos: Procedente de Emiratos Árabes, con escala en Montevideo, con destino a Ámsterdam (Países Bajos).
- Metodología: Los paquetes estaban impermeabilizados y equipados con flotadores/GPS para ser arrojados al río y recuperados aguas abajo. Cada ladrillo llevaba impresa en bajorrelieve la imagen de una corona, sello característico de carteles narcos internacionales.
- Responsables del operativo: Prefectura Naval Argentina, DGA (AFIP/ARCA) y UIF Rosario, bajo el fiscal Claudio Kishimoto.
El análisis de la cocaína incautada reveló que se trataba de panes de alta pureza. Cada uno de esos bloques presentaba en su superficie un sello con una corona en bajorrelieve. Ese distintivo coincide con marcas halladas en otros envíos internacionales, lo que sugiere la intervención de una estructura criminal organizada con experiencia en contrabando masivo de drogas.
Declaraciones oficiales del operativo
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, llegó a San Lorenzo y brindó detalles del operativo en conferencia. Confirmó que el cargamento incautado (469,5 kg) tenía un valor aproximado de 6 millones de dólares en el mercado local. Señaló que el buque provenía de Emiratos Árabes y tras una escala en Montevideo se dirigía a Ámsterdam. Bullrich destacó la coordinación con la UIF (Paul Starc) y el Ministerio Público Fiscal, y recordó que la denuncia inicial la presentó la UIF de Rosario ante la fiscalía de San Lorenzo. También resaltó que en 2025 ya se superan los 3.600 kilos de cocaína incautados en el país (un récord histórico), subrayando la frecuencia de estos hallazgos. En su discurso insistió: “¿Qué pasa con la hidrovía?”, preguntando públicamente “qué organización criminal” está detrás de un envío de tal magnitud, cuestionando la eficacia de los controles fluviales.
El blindaje político que protege al poder
El hallazgo de casi media tonelada de cocaína en el puerto de San Lorenzo revive un nombre conocido en la política santafesina: el senador Armando Traferri. Representante de ese mismo distrito desde hace años, Traferri fue acusado por la justicia de tener vínculos con el juego clandestino y de mantener relaciones con la banda narco “Los Monos”.
En 2020, cuando la fiscalía solicitó que se le quitaran los fueros para poder investigarlo, el Senado provincial —actualmente señalado como uno de los ejes de la corrupción política en Santa Fe— lo protegió con una votación que impidió su desafuero.
El puerto donde ahora se descubrió este cargamento millonario de cocaína pertenece al mismo territorio que Traferri domina políticamente desde hace décadas. La coincidencia aviva las sospechas sobre si esta estructura política podría haber facilitado o encubierto el accionar de redes criminales, al menos por omisión.
Las preguntas vuelven a instalarse: ¿la justicia y la política permitirán nuevamente que uno de los suyos quede fuera del alcance de la ley? ¿O esta vez se conocerá la verdad detrás de estos negocios espurios?
