Batalla de Tucumán (24–25 de septiembre de 1812): la «desobediencia» de Belgrano que salvó la Revolución
Contra la orden centralista de replegarse hasta Córdoba, Manuel Belgrano decidió dar batalla en Tucumán con apoyo cívico-miliciano. La victoria frenó el avance realista de Pío Tristán, consolidó el frente norte y abrió el camino a Salta (1813). Un caso ejemplar de decisión descentralizada, financiamiento local y liderazgo responsable frente al cálculo timorato del poder porteño.