Pullaro, el Larreta de Santa Fe, logra alianzas con el peronismo que privilegian el poder por sobre las ideas
Pullaro suma a su armado a intendentes peronistas sin conducción, sellando un pacto que expone la verdadera cara de la “unidad” santafesina: radicales, socialistas y peronistas fusionados para conservar poder, lejos de las ideas y cerca de la caja, en una alianza de supervivencia contra el avance libertario.
En el ecosistema político santafesino, ya no quedan máscaras que sostengan el teatro de las diferencias partidarias. Tal como lo señalan los libertarios, en la Argentina pre-Milei no existían “partidos políticos” en el sentido ideológico, sino partidos del Estado: estructuras distintas en colores y logos, pero idénticas en su ADN de gasto, impuestos y acomodo.
El gobernador Maximiliano Pullaro, sería como un Larreta santafesino, encarna a la perfección esa maquinaria de agrupar caudillos políticos sin importar ideas, antecedentes ni honestidad. Ante el inminente fortalecimiento del oficialismo libertario a nivel nacional, los gobernadores de varias provincias decidieron hacer causa común. Santa Fe no es la excepción: Pullaro va por todos los líderes políticos sin importar su signo… o, mejor dicho, demostrando que el signo nunca importó.
¿Alguna vez importaron las ideas?
La historia reciente lo demuestra: el discurso de turno cambia según lo que exija el electorado. Hoy escuchamos hablar de baja de impuestos hasta a dirigentes que en el pasado se jactaban de aumentarlos. Un ejemplo emblemático es María Eugenia Vidal, quien como gobernadora de Buenos Aires declaró en televisión:
“Subimos y creamos nuevos impuestos”
y prometió “perseguir a empresarios que aumenten precios cuando el dólar no suba” como si fuera un mérito de gestión.
Pullaro intenta surfear esa misma ola discursiva en Santa Fe: hablar de alivio fiscal mientras ajusta las tuercas impositivas.
La realidad detrás del discurso: impuestos, deuda y pactos con el feudalismo
En los hechos, Pullaro aumentó impuestos de manera contundente:
- Tasa rural: incremento del 600 %.
- Nuevo impuestazo del 22 % en Santa Fe después de las elecciones
- En Rosario, su aliado Pablo Javkin hizo lo mismo con un nuevo aumento de la TGI inmediatamente después de los comicios.
Como si esto fuera poco, endeudó a la provincia en 1.000 millones de dólares, hipotecando el futuro de los santafesinos bajo la bandera de “obras y desarrollo”, un libreto que conocemos y que siempre termina igual: población empobrecida, rutas y calles destrozadas para volver a ser reparadas y políticos y empresarios amigos multimillonarios que vuelven a licitar para reparar con lo que se enriquecieron meses atrás.
Y para blindar el sistema, Pullaro arregló con los senadores peronistas para no tocar el Senado, la institución que sostiene el feudalismo político en el interior santafesino. Cada senador controla cajas multimillonarias que operan como reinos personales, con discrecionalidad absoluta sobre los fondos y sin control real.
Los intendentes peronistas que abrazan a Pullaro
La movida más reciente dio otra vuelta de tuerca a este guion político. Según Política de Santa Fe, varios intendentes peronistas—sin conducción clara dentro de su propio partido—se están arrodillando ante Pullaro y su armado bajo la bandera de Provincias Unidas.
Los nombres son resonantes: Amadeo Vallejos (Reconquista), Roly Santacroce (Funes), Horacio Compagnucci (Las Parejas) y el exintendente de Rafaela, Luis Castellano. Todos comparten dos características clave: estar distanciados del peronismo oficial, antecedentes de corrupción y navegar un desgaste político local que los obliga a buscar nuevos contornos para sobrevivir.
Este gesto no es producto del azar. Pullaro ya había mostrado sus cartas al incluir figuras vinculadas a Juan Schiaretti, como Claudia Giaccone, dentro del armado de la Región Centro. Ahora, los intendentes peronistas llegan a Pullaro con expectativas de supervivencia política y territorial, ante la debilidad de su estructura partidaria.
La cena clave
La estrategia se selló en una cena informal —pero reveladora— donde los intendentes dialogaron con Pullaro y funcionarios de su entorno. En ese contexto, Santacroce expresó:
“Lo más importante es hablar de la realidad política y de las gestiones de los intendentes, mucho más aquellos que no somos oficialismo”.
Y agregó un mensaje claro:
“Hay que quebrar con el centralismo. El federalismo no se discute, es un camino para construir alternativas verdaderas”.
Máxima: ideas versus sobrevivencia
Pullaro se nutre de esta movida: amplía su base territorial, acompaña un relato federalista y refuerza el sello Provincias Unidas con intendentes que, en otro contexto, serían oposición… peronista. En ese juego, las ideas brillan por su ausencia. Lo que importa es alinearse con el poder, sin cuestionamientos de fondo.
