Fernando Gago deja de ser técnico de Boca: Riquelme lo había ratificado hace días y ahora le soltó la mano
Fernando Gago siempre con gestos de preocupación por el rendimiento
A pesar de una racha positiva —su última derrota había sido ante Newell’s—, la caída en el Superclásico y el traspié en la Copa Libertadores precipitaron su salida.
Apenas ocho días después de que Juan Román Riquelme lo respaldara públicamente, Fernando Gago dejó de ser el entrenador de Boca Juniors tras la derrota 1-2 ante River Plate en La Bombonera. El golpe del clásico fue la gota que colmó un vaso de exigencia en un club donde, a pesar de sus cuatro victorias consecutivas, la sola caída en el partido más importante del semestre resultó intolerable.
Además, en la fase de grupos de la Copa Libertadores, Boca sufrió un duro revés al perder 0-1 en casa contra Alianza Lima, comprometiendo seriamente sus chances de avanzar a octavos. Fue la primera vez en más de veinte años que el Xeneize caía con ese rival en La Bombonera, un traspié que elevó la presión sobre Gago.
El domingo 20 de abril, Riquelme había asegurado en conferencia de prensa:
“Gago sigue siendo nuestro técnico. Tenemos un proyecto a mediano plazo y él es parte fundamental de él.”
Sin embargo, la combinación de la eliminación continental parcial y la derrota en el Superclásico llevaron al Consejo de Fútbol a oficializar su salida este martes con un breve comunicado que agradece “su entrega y profesionalismo”.
Claves de la salida:
- Racha previa sólida: cuatro victorias seguidas tras la derrota ante Newell’s.
- Traspié continental: eliminación en fase previa de la Copa Libertadores de local ante Alianza Lima de Perú.
- Impacto del clásico: la derrota frente a River, con público colmado y máxima tensión.
- Respaldo revocado: Riquelme optó por priorizar resultados inmediatos sobre su propia palabra.
En el vestuario de Boca se respiró sorpresa y desencanto: varios futbolistas confiaban en la continuidad de Gago, luego de ver mejoras en defensa y mediocampo durante las últimas semanas.
¿Qué sigue ahora?
La dirigencia ya analiza posibles reemplazantes. Suenan nombres como Guillermo Barros Schelotto y Paulo Autuori, pero ninguno garantiza estabilidad. Mientras tanto, el plantel deberá recomponerse: el próximo objetivo es el torneo local, donde la exigencia sigue siendo máxima.
En Boca Juniors, la gestión de un proyecto se mide en tres escenarios: la Copa Libertadores, el Superclásico y el torneo local. Gago lo comprobó: ratificado hace días, despedido tras un clásico perdido y un traspié continental en casa. Una muestra más de que, en esta institución, los resultados mandan por sobre cualquier planificación a largo plazo.
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